Hola mi gente hermosa de internet. Como es sábado y ustedes saben que estos días en mi blog lo dedicamos al amor verdadero, hoy les presento una historia de amor super hermosa, ademas me encanta yo los conozco y me hace completamente feliz, saber que existen y que cada día ellos para mi son una fortaleza y ejemplo de existencia del verdadero amor. Cuando hay momentos en donde pierdo mi horizonte siento que de alguna manera ellos me lo señalan. Sin más palabra los invito a ver esta historia.
Rosi Dueck de Giuliano
Felices…..contra todo pronóstico
Viniendo de una familia muy cristiana, protestante, tuve siempre muy claro que en algún momento quería establecer una familia. Por supuesto mis parientes en su gran mayoría se casaron con personas de su misma religión y cultura. Pero para mí fue totalmente diferente. Mi esposo era de otro país, Argentina (descendiente de italianos) de familia católica practicante etc. Aunque yo nací en Paraguay (una nación con bastante resentimiento histórico contra Argentina por la guerra de la Triple Alianza) , fui criado en una Colonia totalmente alemana, hablando prácticamente solo alemán y crecí con costumbres alemanes. Cabe destacar que también entre Alemania e Italia hubo bastante conflicto. Por otro lado, yo con sangre alemana bastante fría y mi esposo con sangre italiana bastante cálido.
Bueno, todo esto parecía jugar en contra de que nuestro matrimonio
pueda ser feliz y exitoso.
Pero tanto mi esposo y yo, quienes nos casamos en
1989 estuvimos decididos a establecer un matrimonio y una familia exitosa y
feliz.
Los primeros años fueron bastante difíciles. Nos lastimamos bastante
el uno al otro por no ver las cosas desde el punto de vista del otro.
Gracias a
Dios yo había vivido en Italia por dos años y aunque en el comienzo me chocaba
mucho el carácter italiano de decirte las cosas en la cara, más tarde llegué a
ver que en realidad ellos te lo decían pero no guardaban resentimiento en sus
corazones. Bueno, este es exactamente el carácter de mi esposo. Totalmente
transparente, un poco demasiado para mi gusto pero bueno, llegue a entender que
él era lo que mostraba y vi muy claramente su descendencia italiana, que yo había
llegado a amar, en su carácter.
Con el tiempo, con 5 hijos de por medio, nos llegamos a conocer tan
profundamente que al final ya sabemos exactamente lo que irrita al otro y
tratamos de evitar hacerlo. Aunque admito que no siempre lo logramos.
El trabajo de mi esposo lo obligaba a viajar mucho, a veces por un
mes o más. Pero fueron estos momentos en los cuales pudimos sentir el valor del
otro. Estando mucho tiempo juntos algunas veces tendemos a no sentir el valor
de la persona al lado. Pero cuando no está, sentimos cuanto lo valoramos
realmente. Entonces, pienso que todo esto nos fortaleció.
Aunque nuestra vida no es fácil, en especial por los diferentes
caracteres y las diferentes educaciones de las cuales vinimos, nunca tuvimos
como opción el divorcio. Ni siquiera entraba en nuestro vocabulario. Entonces
no nos quedaba otra que perdonar, y arreglar la situación.
Siento que en el momento en que podemos ver que nuestro cónyuge es mejor que nosotros, a partir de ahí el amor fluye naturalmente. Por lo tanto es imprescindible buscar y apreciar los puntos buenos del otro. Mientras uno siente que es mejor, núnca podrá ser verdaderamente feliz.
Quiero terminar con una frase de la película “MAS ALLA DE LOS
SUEÑOS”. A veces el que pierde, gana.
Realmente en un matrimonio muchas veces tenemos que “perder” o dejar de
explicar nuestra razón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario